Café e inteligencia artificial: una nueva alianza

una nueva alianza

En el mundo del café, cada taza es una experiencia: del grano a la molienda, del tueste a la taza. En Café Saula seguimos creyendo en el arte, el aroma y la emoción de ese ritual cotidiano. Pero también miramos hacia el futuro, porque sabemos que hoy, la inteligencia artificial (IA) ha comenzado a transformar ese viaje, sin reemplazar nunca la pasión humana que lo caracteriza.

Del cultivo al tueste

En las fincas donde se cultiva el café, la IA ya no es ciencia ficción. Son muchas las que ya utilizan herramientas de aprendizaje automático para analizar variables como el clima, el suelo y las plagas con el objetivo de optimizar las cosechas del café. Estudios recientes han mostrado que, gracias a estos sistemas, las predicciones sobre su rendimiento mejoran hasta un 25%, a diferencia de los métodos tradicionales.

Por otra parte, en el momento del tueste, los sensores basados en la IA monitorizan la temperatura, humedad y aroma, ayudando así a mantener la identidad de cada origen con una mayor reproducibilidad.

Experiencia personalizada

Ya sea en la barra o en casa, la IA también está cada vez más presente. Existen algoritmos que analizan las preferencias de sabor, el historial de pedidos y los hábitos personales que permiten a los baristas sugerir cafés a medida para los consumidores más exigentes.

En las grandes cadenas de café, esta tecnología se está empezando a aplicar para mejorar la eficiencia de cada pedido. Por ejemplo, en Starbucks se está probando un asistente de IA para baristas que permite responder a consultas y ayudar con la preparación de las bebidas.

Sostenibilidad, calidad y trazabilidad

La inteligencia artificial también se está usando para apoyar la trazabilidad del café desde su origen. Ya existen sistemas que combinan la visión artificial y los sensores que detectan granos defectuosos, mejorando así la calidad final.

Y en algunas fincas también se usan herramientas inteligentes que predicen plagas o enfermedades -por ejemplo con cámaras que identifican roya o insectos en las hojas de café- favoreciendo el uso de prácticas más sostenibles.

Como apunte final, hay que dejar claro que la inteligencia artificial no es un fin en sí misma, sino una herramienta, y en ningún caso sustituye la experiencia ni el paladar del tostador ni del barista; simplemente los apoya.

En Café Saula creemos que la innovación sólo tiene sentido cuando se respeta la esencia del café y los sentimientos que se evocan durante todo su proceso.